Tú también puedes conseguir un amor duradero

Trabajo de Fátima Pin Basoa

 

 

1. ¿Qué es el amor?



• El amor es el primer argumento de la vida.
• Es la relación afectiva que se da entre dos personas que se quieren y deciden compartir la vida.
• Es la mejor respuesta a todas las preguntas e interrogantes de la existencia.
• Es un sentimiento que hace posible la vida misma.
• Es una experiencia universal que marca la existencia humana.
• Es la necesidad de salir de uno mismo y encontrar a otra persona para caminar juntos a lo largo de la existencia.
• Es la promesa que consiste en el esfuerzo por asegurar que esa relación irá hacia delante.

Todos buscan amar y tener un amor duradero, fuerte, sólido, grande, que sea capaz de abarcar todos los ámbitos de la condición humana.
El amor es un arte que se aprende con el paso del tiempo, requiere conocimiento y esfuerzo. Además, hay que cuidarlo día a día, si no se pierde, se diluye, se evapora.



2. ¿Qué es enamorarse?



• Es la vivencia universal desde la que debe arrancar todo amor que se precie.
• Es una de las aventuras más estimulantes que le pueden suceder a una persona.
• Es un acontecimiento inolvidable.
• Es encontrarse a si mismo fuera de sí mismo.
• Es estado emocional surcado por la alegría de encontrar a una persona que es capaz de comprendernos y compartir tantas cosas y vivencias como la vida trae consigo.

Se trata de un encuentro singular entre un hombre y una mujer que se detienen el uno frente al otro, y al detenerse, se plantean si pueden compartir la vida juntos.

Hay dos hechos básicos que predisponen el enamoramiento:
Admiración: descubrir los valores vividos que llaman poderosamente la atención en la otra persona. Capacidad para asombrarse ante otra persona que merece la pena.
Atracción: en la mujer es psicológica, en el hombre física. Significa verse inclinado fuertemente hacia una persona, buscando su compañía y su conversación, intentando conocerla y descubrirla por dentro. 

El enamoramiento solo puede ser monogámico dado que es pretensión de exclusividad. Es un impulso a tener a la otra persona de forma exclusiva, sin intermediarios. Tú y yo solos nos bastamos. 



3. Acertar en la elección

“El que acierta en el casar no le queda en qué acertar”



Amar es elegir a una persona para centrarse en ella e incluirla en el proyecto personal. Elegir es escoger, seleccionar, preferir. Entre las muchas personas que han pasado por delante, uno se detiene frente a ella. La llama por su nombre y se dedica a mirarla y a recrearse en su figura y en su persona.
El amor sin elección suele llevar a errores serios y equivocaciones en las expectativas.
En el enamoramiento, lo que sucede es que la persona que uno tiene delante se va a convertir en la mitad de uno mismo, y eso es algo muy importante. Acertar en la elección afectiva es clave. No hay verdadero amor sin elección.
Elegir es seleccionar un cierto tipo humano, un perfil aproximado. Las principales cuatro notas que ha de tener es: físico, psicológico, cultural y espiritual.
Resulta conveniente tener en la cabeza cierto modelo masculino o femenino de lo que aproximadamente se va buscando.
La atracción física es fundamental, si no existiera no funcionarían el resto de atractivos. Se necesita una compenetración de caracteres, un nivel cultural similar y una dimensión espiritual similar que dote de unos cementos de unión más firmes de la pareja.



4. Siete consejos para los que se van a casar



a) No divinizar el amor

El amor en la pareja es algo real y tiene unas coordinadas. Hay que ubicarlo en algo grande, pero depende de cómo cada uno lo trabaje, lo cuide y lo cultive.
b) No hacer de la otra persona un absoluto

Evitar una valoración excesiva de la persona que hemos escogido. Captar virtudes y defectos.
Error: convertir a tu pareja en un ídolo, un ser maravilloso. Hay que saber que la vida ordinaria pone a cada uno a su lugar.
c) Estar enamorado no es suficiente para que el amor funcione y dure

¡Qué fácil es enamorarse y que complicado permanecer enamorado! Cuidar los detalles pequeños va convirtiendo el amor en algo grande, fuerte, solido, firme y bien conjugado. Lo cotidiano no es nunca banal, ni insignificante, no puede descuidarse. ¿Qué puedo hacer para que mi mujer esté contenta? ¿Qué cosas menudas le puedo ofrecer en positivo para que se sienta bien? ¿Qué es lo que ella puede esperar de mí en un momento como este? A veces es necesario reconquistar.
d) Necesita aprendizajes sucesivos

e) Siempre habrá crisis de parejas

No hay vida sin crisis. Crisis significa travesía, crecimiento, situación de cambio. Si la pareja pone de su parte saldrán reforzados. Lo peor no son las grandes tempestades, sino no tener una embarcación sólida, fuerte y consistente.

f) Mantener la propia individualidad

Dos personas se convierten en una pero siguen siendo dos. No anular al otro y hacerlo como uno quiere que sea, sino respetar su libertad y su personalidad.

g) Consiste en dar más que en recibir

Hay que renunciar a la idea errónea de que dar es renunciar, privarse de algo. Lo que significa es ser capaz de priorizar a la otra persona, ponerla por delante de uno mismo. Y no hacerlo como una obligación impuesta, sino como una aspiración elevada. Ese darme me ayuda a crecer como persona.



5. La alquimia del amor conyugal (pag 95)

"Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos".



1. Sentimiento

Los sentimientos son estados de ánimo, positivos o negativos, que nos acercan o nos alejan del objeto o la persona que aparece delante de nosotros. A veces son difíciles de relatar o expresar de forma hablada.
El amor es un sentimiento y una decisión. No solo es afectividad, hay que tener determinación, lo que significa proponerse cultivar ese afecto y poner todos los medios para cuidarlo y protegerlo.
La decisión de amar no significa dejarse llevar por el corazón, yendo hacia donde este quiera llevarnos, sino en guiarlo a él con la inteligencia y la voluntad hacia lo mejor. El amor es una inversión a largo plazo, que exige esfuerzos y estrategias a corto.
Escuchamos que el amor es un sentimiento que va y viene. ¡Esta forma de pensar es errónea! La inteligencia y la voluntad le aportan argumentos para su estabilidad.



2. Sexualidad

La sexualidad es uno de los lenguajes del amor comprometido. Desempeña un papel muy importante, que no el más importante, y el hecho de que funcione bien es fruto de aprendizajes sucesivos en los cuales se ha ido conociendo en qué consiste la entrega total a la otra persona. Insisto en la palabra entrega total. Su papel es fortalecer el amor y la complicidad.
Debemos diferencias entre sexo, que es solo físico y con resortes anatómicos o fisiológicos; y sexualidad, que abarca más apartados de la persona (psicológico, espiritual,…). La sexualidad de las parejas debe ser mucho más que sexo.
Dentro de la sexualidad ordinaria, tener relaciones con la misma persona o con noventa y ocho diferentes no cambia nada. Quien lo ha probado lo sabe, porque en general lo ha probado justamente cuando quería reemplazar a la única persona que, por si sola, hubiera podido ofrecerle la totalidad para esos momentos.



3. Creencias comunes

Sin un sentido espiritual la vida del ser humano corre peligro y el futuro de la pareja se hace menos consistente. Es importante tener unas creencias comunes, ya que es una nota muy decisiva para tener un matrimonio duradero.
“Me casé por la Iglesia y yo sé lo que eso significa”.
Hay numerosas estudios, en su mayoría norteamericanos, que indican que:
Existe una relación positiva entre felicidad conyugal y parejas con compromiso religioso.
Las parejas con estudios superiores son más duraderas.
Los matrimonios practicantes apenas se separan.
En las familias practicantes se da una mayor unión en la pareja, menos conflictos y violencia domestica, menos índices de infidelidad, de embarazos entre adolescentes y fracaso escolar.

La espiritualidad cristiana le da al amor de la pareja fuerza, profundidad, intensidad, magnitud, porque cuando Dios está por medio, todo se hace más fácil.



4. Voluntad

La voluntad es la capacidad para orientarnos hacia el bien, hacia lo más conveniente. Vive y se desvive en corregir, modificar, rehacer, rectificar, aumentar y perfeccionar el amor.
El amor que descuida, desconoce o minimiza el papel de la voluntad se va a ir volviendo frágil, endeble, quebradizo. Un amor basado solo en los sentimientos fracasa. Una concepción inmadura es la que no cuenta con la voluntad. El amor no puede depender solo de nuestro estado de ánimo, necesita voluntad!
La decisión es la determinación de cuidar con esmero ese amor elegido.
Las uniones estables no suceden por casualidad, sino que son el resultado de una determinación inquebrantable, que se acompaña de un cuidado constante por ambas partes.



5. Inteligencia

La inteligencia es la capacidad para comprender y para aprender. Comprender es ponerse en el lugar del otro. Aprender es llegar a conocer y obrar en consecuencia. Gracias a la inteligencia se elige lo mejor, lo más conveniente para cada uno.
Acertar en la persona que se escoge es decisivo.



6. Compromiso

Amar es comprometerse, esto es, contraer un acuerdo, encargarse de respaldar la elección realizada. El verdadero amor busca el compromiso, de ahí el matrimonio. Cristo va a ser testigo de esa unión, y a la vez, mediador y armonizador.
El verdadero compromiso es responsabilidad y fidelidad. La fidelidad es exclusividad del amor: lealtad, gratitud y constancia en los sentimientos.
La fidelidad es lo que queda de la fe cuando la fe está vacilante.
El amor verdadero exige la libertad del amado. La libertad de cada uno queda comprometida por el amor.



7. Dinamismo

El amor se modifica, tiene vaivenes, se mueve. Hay que adecuar el amor de pareja a las circunstancias, pero debemos mantener los puntos primordiales con los que nació
El amor ideal no se resigna a la mediocridad del ambiente. Busca la excelencia en lo ordinario.



8. Pautas para resolver los conflictos conyugales. 

a) Capacidad para perdonar.

Todo es perdonable si hay voluntad de pasar página y volver a empezar de nuevo. El perdón no consiste en hacer una especie de borrón y cuenta nueva, como si no hubiese pasado nada. El perdón auténtico consiste en renunciar a la venganza y al odio por un fin superior.

b) No sacar la lista de agravios.

Su efecto es muy destructivo. Hace vivir el pasado en el presente.

c) Evitar discusiones innecesarias.

Las parejas que funcionan bien discuten muy poco. Callar en los momentos difíciles es un gran acierto.

d) No dramatizar.

Valorar los hechos en su justa medida, evita reacciones precipitadas. Reflexiona tranquilamente.

e) Respeto mutuo.

f) Remontar en los momentos difíciles.

g) Comunicarse.

h) Sentido del humor.

El sentido del humor es patrimonio de los inteligentes.

i) No hablar nunca de separación. Cuando digo nunca, es NUNCA!
j) Cuidar las relaciones sexuales con esmero.
k) Evitar distorsionar la realidad.
l) Evitar controlar, vigilar,.. al cónyuge
m) Tener argumentos de índole espiritual para superar los problemas.

No hay felicidad sin amor, pero hay muchos amores infelices.



Resumen del libro “El amor: la gran oportunidad”, del Catedrático en Psiquiatría y Psicología Médica Enrique Rojas.
Completado con notas de “Enamoramiento y amor” del Sociólogo y Periodista Francesco Alberoni.
Fátima Pin Basoa