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Clara y Francisco de AsÃs
De acuerdo con los relatos, fue en un viaje a Apulia (1205)12 mientras marchaba a pelear, cuando durante la noche escuchó una voz que le recomendaba regresar a AsÃs. Asà lo hizo y volvió ante la sorpresa de quienes lo vieron, siempre jovial pero envuelto ahora en meditaciones solitarias.
Empezó a mostrar una conducta de desapego a lo terrenal. Un dÃa en que se mostró en un estado de quietud y paz sus amigos le preguntaron si estaba pensando en casarse, a lo que él respondió: Estáis en lo correcto, pienso casarme, y la mujer con la que pienso comprometerme es tan noble, tan rica, tan buena, que ninguno de vosotros visteis otra igual.13 Hasta ese momento todavÃa no sabÃa él mismo exactamente el camino que habÃa de tomar de ahà en adelante; fue después de reflexiones y oraciones que supo que la dama a quien se referÃa era la Pobreza.
El punto culminante de su transformación se dio cuando convivió con los leprosos, a quienes tiempo antes le parecÃa extremadamente amargo mirar
Todos somos
un proyecto de Dios