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Franciscanos Coruña.       www.graciasporexistir.org

Yo sé que un día lloverá la Justicia,​

cuando llore haber sido tantos años invierno

y otra vez a la estéril se le hará el vientre hijos

como pare la tierra hierba verde a su tiempo.



Para entonces guardamos nuestros trajes de fiesta

y la lira y el címbalo conservamos a punto.

Con el alma encendida mantenemos el fuego

crepitando en la noche mientras llega la aurora.

​

Aquel día la Iglesia dejará sus palacios

y se hará vagabunda por los barrios extremos

donde Dios se hace pobre, la oración es un grito,

y estrechar una mano vuelve a ser sacramento.

​

Ese día la Iglesia será cosa de hombres,

no más cosa de curas, se hará novia del pueblo,

conocerá los nombres, otra vez, de sus hijos:

Pedro, Juan, Santiago, y del del bar, y el parado....

​

Volverá a ser la casa de ventanas abiertas

donde los jóvenes y los niños construyan su vida,

donde los pobres sepan que encontrarán hermanos

y los sencillos sientan que Dios está y nos ama.

 

Y en vez de andar buscando errores y condenas,

la Iglesia del futuro irá abriendo caminos,

corriendo, confiada, los riesgos que haga falta

porque sólo arriesgándose llegará el mundo nuevo.



Esperamos el día en que ser de la Iglesia

vuelva a ser un sinónimo de inquietud y de lucha.

Aquel día tendremos unos fieles difíciles

y una Iglesia llamada, como Dios, 'CARIDAD'



Mientras tanto, tengamos encendidas las lámparas

y alumbremos sin miedo las tinieblas del templo:

¡Dichosos si nos llaman herejes y cismáticos, 

por seguir al rebelde que llamaron 'Blasfemo'!



Ya está cerca la era del sol recién nacido.

Ya el rocío las dunas del desierto salpica.

Con su luz a tu encuentro marchará el pueblo unido

seguro de encontrarte, como encuentra su nido

Salmo de Restauración

Adaptación del texto de F.El Buenagente. de Cortés.



Franciscanos Coruña:

www.graciasporexistir.org



​Proyecto BoanoiTe

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