C. de Centi, J.L.Paz, N.Saludes

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Un servidor, Francisco Bernardorne,
mayor de edad, natural de Asis, Perugia,
hijo de Pietro y de Madonna Pica,
de profesión comerciante y aspirante a caballero,
hasta el día en que Dios me ganó para Sí;
hoy, lunes 25 de Diciembre de 2013,
con las fuerzas de que dispone,
atentamente EXPONE:

Que Dios nace hoy, como nació en Judá,
en un pesebre, en un portal, en las afueras,
en el corazón de su pueblo, en la casa de los pobres,
en la paz de los pacíficos, en el amor de los que aman,
en la entrega de los que luchan por los demás,
en la vida de la gente que todo lo comparte,
como este niño cuyo nacimiento celebramos.

Y ya van muchas navidades,
celebrando que Dios nace,
y sin embargo seguimos cerrando las puertas con llave
para comer tranquilos nuestro turrón.

Que aún hay cristianos que no conocen a su vecino,
ni saben si es feliz o sufre en soledad;
que aún hay cristianos que no renuncian a su riqueza,
por muy pobre que pinten el pesebre de su belén;
que el inmigrante, en nuestra cristiana sociedad,
sigue encontrándose sin sitio en las posadas;
que Herodes sigue queriendo ser rey a cualquier precio
obligando a los magos a ir por otro camino.

Que el Reino de Dios, para muchos cristianos,
se ha quedado en un cuento de Navidad,
de pastorcitos y zagales de porcelana;
Que la Iglesia en la que todos somos uno
en poco se parece a aquel portal sin puertas
donde no era posible distinguir
pastores de ángeles ni reyes de zagales.

Por eso y muchas deficiencias más
que en un anexo se especifican,
sin que sirva de precedente, respetuosamente
SUPLICA
Que la Navidad deje de ser un bonito sueño
digno de películas de Walt Disney,
y comience hoy mismo a ser
un verdadero compromiso de cristianos,
que celebren el nacimiento de sí mismos,
a una vida que manifieste,
a tiempo y a destiempo,
la presencia y el amor de Dios,
manifestado en Jesús, su Hijo.